SOLIDARIDAD
Antes la crisis económica que nos cae
encima se presagia lo peor. Los anuncios de limitaciones y más estrecheces
aturden nuestros oídos y nos roban la alegría. Ya estamos sintiendo sus efectos.
El déficit fiscal es inmenso. El
gobierno bajara muchas opciones para cubrir ese hueco jamás conocido en la
historia dominicana.
La falta de prevención, el dispendio,
corrupción no castigada y querer un sector vivir como rico del primer mundo ha
traído estos vientos desastrosos.
La realidad está ahí. Hacemos como ponernos a llorar y
gastar nuestra energía en lamento inútil. Este callejón tiene salida y aquí
presentamos algunas:
- Los que más pueden tiene que aceptar el sacrificio de acuerdo
sus a estilo de vida a un
país pobre.
- Desde el estado tienen que darse señales claras de verdades austeridad. No colar mosquito para
tragarse camellos.
- Los privilegios que disfruta algunos sectores deben ser eliminado.
- Senadores y diputado deben entender que llego la hora de acompañar a este pueblo en la
búsqueda de soluciones reales y no seguir propiciando paliativos a problemas
sociales. Las dádivas lo que hacen es fomentar el paternalismo y el
clientelismo. Tienen que despojarse de los privilegios irritantes que disfrutan.
- La carga impositiva no puede recaer sobre lo más necesitados que
siempre tienen que pagar los platos rotos.
Esta situación difícil
que atravesamos nos llama a fomentar la solidaridad, y recordar aquellas
hermosas palabras del siempre recordando padre Mateo Andrés, si, cuando decía: el árbol que da sombra al prado,
mantienen húmedo su e propio entorno. El ojo que mira al otro y se compadece de
él, se vuelve capaz de ver el infinito. Nada enaltece tanto como el dar, y que la
mano que da una rosa, conserva siempre su fragancia.
Frente a la adversidad hagamos que florezca
la entrega. Nuestro pueblo necesita, hoy más que nunca, la solidaridad que
engendra vida.
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